sábado, 9 de octubre de 2010

#Capítulo 8

De repente sonó el timbre y esto hizo que ella volviese al presente.
Mientras él fue a abrir la puerta, ella se quedó en la habitación inspeccionando todos los rincones imaginando historia de cada uno de esos objetos, fotos y demás recuerdos.
Entonces se sorprendió al encontrar en una de las repisas un regalo que ella le había hecho unos cinco años antes por su cumpleaños.
Mientras ella sonreía al comprender que realmente él no la había olvidado en este tiempo, él irrumpió en la habitación.
-Lo siento, pero se me había olvidado que había quedado esta tarde con Luis para ir al cine -el supuesto Luis asomó la cabeza por la puerta y la escrutó con la mirada, lo cual le hizo sentir algo incómoda-, y ya tenemos las entradas.
-Si quieres podéis ir los dos juntos -dijo Luis dándole un codazo poco disimulado en el costado y dedicándole a ella una sonrisa.
-No te preocupes, ya nos vemos esta noche, ¿no? Pero de todas formas, gracias Luis.
Y de esta forma, se escabulló de la habitación, evitando otra despedida.

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