#Capítulo 19

-Gracias.

-¿Por qué?

-Por venir.

-¿Me estás echando?

-No, tonta. Simplemente te estoy dando las gracias por venir y preocuparte por mí.

-No hay de qué, es lo mínimo que podría hacer.

Ambos se sonríen, por aquella amistad que conservan tras tanto tiempo.

-¿Quieres comer algo?

-No gracias, no tengo hambre.

-Bueno pues voy a ver qué encuentro por la cocina. Ahora vengo, ¡no te vayas!

-No pensaba hacerlo.

-Tampoco sería la primera vez, ¿no?

Ella sonríe. Cuánta razón tiene. SI hay alguien que le conoce es él y él sabe que odia las despedidas. Con una sonrisa en los labios él se marcha a la cocina en busca de algo que poder devorar.

Ella se queda en la habitación con esa estúpida sonrisa que aparece en el rostro delatándole. Duda unos instantes y decide coger un folio y un bolígrafo que encontró sobre su mesa y comenzó a escribir.

Suena el teléfono. Perfecto, es su madre y siempre tardan mucho cuando hablan así que tiene tiempo suficiente.

Camina por el pasillo con una bandeja intentando no volcarla. 

-Siento haberte hecho esperar tanto pero se me apeteció una pizza y después llamó mi madre y, bueno ya sabes lo que tarda al teléfono así que... -llegó a la habitación y descubrió que era inútil hablar ya que nadie le estaba escuchando pues no había nadie- Perfecto, lo ha vuelto a hacer.

Sobre la cama encontró un papel que cogió y comenzó a leer ansioso por descubrir qué escusa le habría puesto esta vez para marcharse sin más. 

Lo siento pero tenía que hacerlo después de que me dieses la idea. Espero que no te enfades por ello. 

Se le escapó una sonrisa y se preguntó por qué tendría que haberlo dicho. Siguió leyendo mientras recordaba  que aún le dolía el daño tras esa espontánea sonrisa.

-De todas formas no podía enfadarme contigo cariño -pensó.

¿Sabes una cosa? No quiero que me des las gracias. Ni por esto ni por nada. Esto no lo hago por obligación ni por compromiso. Lo hago porque eres mi amigo. Realmente lo hago porque para mí eres más que eso. Eres mucho más que un amigo.

Volvió a sonreír sin importarle esta vez el dolor. 

-Es increíble, esta chica es superior. Al menos ha tenido el detalle de despedirse.