martes, 8 de marzo de 2011

#Capítulo 22

Tumbada sobre la cama, mira el techo de su habitación mientras escucha canciones en inglés que consiguen definir perfectamente su estado de ánimo. Le echa de menos. Pero realmente no sabe a quien ya que no se atrevería a afirmar que es a Carlos a quien extraña en estos momentos. Can you save me? Save me, 'cause I'm lost. Qué razón tienen esas palabras. Se siente realmente sola en estos momentos aunque no tiene motivos aparentes. De pronto, alguien llama a la puerta y le hace volver a la vida real, está sola en su habitación pero el mundo está lleno de gente que, posiblemente, le estén esperando. Bueno, tampoco tanto. Pero está convencida de que alguien estaría dispuesto a hacerle compañía.
-¿Puedo pasar? -Su padre asoma lentamente la cabeza y alarga el brazo con el teléfono en la mano.
-Claro, dime papá. ¿Para mí?
Él asiente, le da el teléfono y se despide con una sonrisa combinada con un dulce beso en la frente de su pequeña.
-¿Sí?
-Hola guapa, soy yo. Oye, que me ha llamado un amigo para invitarnos esta noche a salir por ahí a la inauguración de un pub. ¿Te apetece?
-¿Le conozco?
-No, pero me propuso que me llevase a alguien y rápidamente pensé en ti. Bueno, ¿cuento contigo?
Ella sonríe para sus adentros. Es increíble lo lindo que es con ella. ¿O será así con todas?
-Sí, claro. Cuenta conmigo.
-Vale, paso a recogerte a eso de las... ¿nueve?
-Perfecto.
-Ah, arréglate un poco ¿vale? Tampoco hace falta un vestido largo evidentemente pero no en vaqueros.
-No te preocupes, me adaptaré a la situación.
Juntos se ríen y se despiden para volver a verse pocas horas más tarde.

-¿Y ahora qué se supone que me tengo que poner?

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